Aunque los precios parecen ir mejor en el país latino, las proyecciones no dicen lo mismo, y el crecimiento económico tampoco
México y Estados Unidos tienen una relación histórica definida especialmente por el comercio conjunto y también por la alta dependencia del país latino de los resultados económicos que tenga el norteamericano.
Parece una visión bastante general, y aunque la economía de cada país no debe simplificarse o encasillarse en una sola frase, los ciclos económicos de estas dos naciones están relacionados, más allá de que el desempeño de Estados Unidos impacte a casi toda América Latina.
Hasta julio, la inflación de México llegó a un valor interanual de 8,15%, lo que significó un máximo en poco más de 21 años. Para ese mismo mes del año la inflación interanual estadounidense fue de 8,50%, más alta que la de su país vecino (en junio había sido de 9,1%), pero de acuerdo al reporte oficial, esta se desaceleró en el séptimo mes del año y tuvo un mejor comportamiento de las expectativas.
Las explicaciones para que esto suceda, por lo menos en los números, atraviesa una amplia cantidad de factores, pero hay algunos en particular que tienen el mayor peso sobre los resultados.
Uno de los principales motivos es que el Banco de México (Banxico) viene aplicando una política monetaria más restrictiva desde hace algunos meses, e incluso en la segunda semana de agosto de 2022 tomó una nueva decisión sobre su tasa de interés, llevándola hasta el 8,50% tras un incremento de 75 puntos básicos. Esto significó el nivel más alto en los tipos desde enero de 2008, tras diez alzas consecutivas y dos al hilo de 0,75%.
Entre tanto, ante la coyuntura macroeconómica y la reducción de la demanda, la Reserva Federal de EE.UU. también ha tomado decisiones en su política monetaria, pero mucho más tarde que lo hecho por Banxico. En junio, la FED subió la tasa de interés en 75 puntos básicos para ubicarla en un rango entre 1,50% y 1,75%, y más adelante, en julio, volvió a subirla y la llevó al 2,50%.
Y pese a que en los últimos 20 años las dinámicas inflacionarias de México y Estados Unidos parecen converger en algunos períodos, hay otros factores que siguen interfiriendo en el comportamiento de los precios.
Por ejemplo, y de acuerdo a la definición de Banxico en un documento de trabajo, dos factores que inciden en la inflación de cada país son el nivel de desarrollo y el tamaño de la economía.
“El nivel de desarrollo de una economía está estrechamente relacionado con los patrones de gasto de los agentes económicos. Así, las economías más desarrolladas destinan una mayor proporción de su gasto a servicios y bienes durables, mientras que a menor nivel de desarrollo la proporción de gasto destinada a bienes no durables se incrementa”, precisa el banco central en el documento.
Sin embargo, ambos países están lejos de su inflación objetivo: Estados Unidos (2%) y México (3%).
Qué dicen las proyecciones de inflación
La más reciente revisión del Banxico indica que para el tercer trimestre de 2022 los precios seguirán subiendo y estarán en un promedio de 8,5%, y la inflación subyacente estaría por el 7,9%, más alta que la revisión anterior que era del 7,4%.
Además, para el cuarto trimestre la inflación llegaría a un promedio de 8,1% y este mismo nivel sería el del cierre del 2022. Pero seguido a esto, el banco central prevé que la inflación en el primer trimestre de 2023 ronde el 7,1% y en el segundo trimestre esté entre 5% y un nivel más bajo de 3,7%. El rango meta podría lograrse a inicios de 2024.
Para Estados Unidos los pronósticos son diferentes. El Fondo Monetario Internacional (FMI) dijo en julio que el nuevo rumbo de la política monetaria de la Reserva Federal debería llevar la inflación al final de 2022 a un nivel del 6,6% y a finales de 2023 a 1,9%. Otros pronósticos hablan de una reducción de los precios este año hasta el 5,2%.
“La perspectiva se ha oscurecido significativamente desde abril. El mundo pronto podría estar al borde de una recesión global, solo dos años después de la última”, señaló en un comunicado el economista jefe del FMI, Pierre-Olivier Gourinchas, al referirse a la alta inflación que atraviesa el mundo y la necesidad de que los gobiernos y las autoridades monetarias se enfoquen en reducir los precios.
Proyecciones del PIB por el mismo camino
La encuesta de expectativas económicas realizada por Citibanamex indican que para 2022 el PIB mexicano crecería en promedio un 1,8% y para 2023 un 1,5%.
Sin embargo, el Bank of América recortó su pronóstico de crecimiento para 2023 al 0%, después del 1% proyectado anteriormente, impulsado especialmente por la desaceleración de Estados Unidos. Mientras que para 2022 se redujo el pronóstico del crecimiento del PIB en 0,2% y se ubicó en 1,7%, señalando que el desempeño del país en el primer semestre del año lo impulsará a mantener este nivel.
Entre tanto, el mismo FMI destacó que la economía de EE.UU. crecería un 2,3% en 2022 y un 1% en 2023, 1,4% y 1,3% menos que la última revisión.
Los pronósticos del Bank of América son un poco más optimistas, situando el crecimiento estadounidense en 2,6% este año, y ubicando el de 2023 en 1,5%, aunque ambas cifras se revisaron a la baja.
La FED, entre tanto, señaló que el PIB de EE.UU. avanzaría solo un 1,7% en 2022.