Si exportas vía marítima a diferentes destinos internacionales, es importante que conozcas lo que son las reglas de York y Amberes para entender a detalle las definiciones sobre algunos de los riesgos marítimos de exportación más habituales.
Ten en cuenta que un seguro de mercancías debe estar soportado por un conjunto de criterios y leyes que actúen como base para poner en marcha la reclamación de un siniestro de transporte. Bajo estos requerimientos, las reglas de York y Amberes surgen como una respuesta oportuna para regular dichas condiciones y garantizar que las coberturas de los seguros marítimos sean cumplidas con la mayor precisión posible.
Por lo anterior, en esta nueva nota de Mundi te contaremos qué son las reglas de York y Amberes, para qué sirven y cuál es su importancia en el rubro de los seguros de transporte.
¿Qué son las reglas de York y Amberes?
Las reglas de York y Amberes son un conjunto de normas alfanuméricas que giran en torno a la definición de la avería gruesa y la avería común en el transporte marítimo de carga. Estas normas definen con precisión las circunstancias necesarias para que un accidente sea considerado como una avería, teniendo en cuenta ciertos criterios y situaciones específicas.
Desde su fundación en 1890, las reglas de York y Amberes han sido consideradas como las normas más importantes en relación a la regulación de las averías marítimas y, por lo tanto, se encuentran incluidas en la mayoría de los clausulados de las pólizas de seguros de carga.
¿Para qué sirven las reglas de York y Amberes?
A nivel general, las reglas de York y Amberes se utilizan para definir los derechos y las obligaciones tanto de los propietarios de una embarcación como de la carga que se encuentra almacenada en ella cuando se presenta una situación de avería marítima.
Asimismo, debes saber que las reglas de York y Amberes son actualizadas con frecuencia por parte del Comité Marítimo Internacional, el cual tiene el objetivo de fortalecer las reglas marítimas a nivel mundial, globalizar sus estándares y generar conexiones con diferentes organizaciones internacionales.
La última actualización de dichas reglas tuvo lugar en el año 2016 y, en el siguiente punto, te brindaremos más detalles sobre lo pactado.
¿Cuáles son las reglas de York y Amberes?
En primera instancia, es importante mencionar que las reglas de York y Amberes están conformadas por dos cuerpos normativos, los cuales están clasificados por un grupo de reglas alfabéticas y otro por reglas numéricas.
Las reglas alfabéticas inician de la letra A hasta la letra G y su contenido gira en torno a la definición de las averías marítimas en el transporte de mercancías. Sin embargo, la importancia de las reglas alfabéticas de York y Amberes radica en describir las circunstancias específicas en las que un caso pueda ser considerado como avería gruesa.
Por lo tanto, a continuación te compartimos algunas definiciones que dictan las reglas York y Amberes:
Reglas alfabéticas
Regla A
- Hay un acto de avería común cuando, y sólo cuando, se hace o se incurre intencional y razonablemente en algún sacrificio o gasto extraordinario para la seguridad común, con el propósito de preservar de un peligro los bienes involucrados en una aventura marítima.
- Los sacrificios y gastos de avería gruesa serán sufragados por los distintos intereses contribuyentes sobre la base que se establecerá más adelante.
Regla B
- Existe una avería marítima común cuando uno o más buques están remolcando o empujando a otro buque o buques, siempre y cuando todos se dediquen a actividades comerciales y no a una operación de salvamento.
- Si los buques se encuentran en peligro común y uno es desconectado ya sea para aumentar la seguridad del buque, la desconexión será un acto de avería común.
Regla C
- Sólo se admitirán como avería común aquellas pérdidas, daños o gastos que sean consecuencia directa del acto de avería gruesa.
- En ningún caso se admitirá en avería gruesa las pérdidas, daños o gastos ocasionados por daños al medio ambiente a consecuencia del escape o liberación de sustancias contaminantes de los bienes involucrados en la aventura marítima común.
Regla D
- No se afectarán los derechos de contribución en avería común, aunque el hecho que dio lugar al sacrificio o gasto se haya debido a culpa de una de las partes en la aventura marítima común, pero esto no afectará a los recursos o defensas que puede estar abierto contra o para esa parte con respecto a tal culpa.
Regla E
- La carga de la prueba recae sobre la parte que reclama en avería gruesa para demostrar que la pérdida o el gasto reclamado es propiamente admisible como avería gruesa.
- Todas las partes en la aventura marítima común deberán, tan pronto como sea posible, proporcionar detalles de valor con respecto a su interés contributivo y, si reclaman en avería gruesa, notificarán por escrito al liquidador de averías averías la pérdida o el gasto con respecto al cual reclaman la contribución y aportan pruebas en apoyo de la misma
Regla F
- Cualquier gasto adicional incurrido en lugar de otro gasto que hubiera sido admisible como avería gruesa se considerará avería común y así se permitirá sin tener en cuenta el ahorro, si lo hubiere, para otros intereses, pero sólo hasta el monto de la avería gruesa gasto evitado.
Reglas numéricas de York y Amberes
Ahora bien, dejando a un lado las reglas alfabéticas, a continuación te compartimos una lista sobre las reglas numéricas de York y Amberes, las cuales determinan algunos criterios y definiciones acerca de otros riesgos marítimos relacionados a las averías.
- Regla I: Echar por la borda la carga
- Regla II :Pérdida o Daño por Sacrificios para la Seguridad Común
- Regla III: Extinción de incendios a bordo
- Regla IV: Eliminación de restos de naufragio
- Regla V: Varamiento voluntario
- Regla VI: Remuneración de salvamento
- Regla VII: Daños a Maquinaria y Calderas
- Regla VIII: Gastos de aligeramiento de un buque en tierra y daños consiguientes
- Regla IX: Carga, materiales del buque y provisiones utilizadas como combustible
- Regla X: Gastos en Puerto de Refugio, etc.
- Regla XI: Salarios y manutención de la tripulación y otros gastos de entrada y salida a un puerto de refugio, etc.
- Regla XII: Daños a la carga en la descarga, etc.
- Regla XIII: Deducciones del Costo de Reparaciones
- Regla XIV: Reparaciones Temporales
- Regla XV: Pérdida de carga
- Regla XVI: Monto Permitido por Carga Perdida o Dañada por Sacrificio
- Regla XVII: Valores Contributivos
- Regla XVIII: Daños al buque
- Regla XIX: Carga no declarada o declarada indebidamente
- Regla XX: Provisión de Fondos
- Regla XXI: Intereses sobre Pérdidas Permitidas en Avería Gruesa
- Regla XXII: Tratamiento de los Depósitos en Efectivo
- Regla XXIII: Prescripción de tiempo para contribuir al promedio general
¿Dónde consultar las reglas de York y Amberes?
Si quieres conocer los detalles acerca de las reglas alfabéticas y numéricas anteriormente mencionadas, puedes hacerlo a través de la página oficial del Comité Marítimo Internacional.
¡Este ha sido nuestro post!
Esperamos que ahora tengas una definición más clara sobre las reglas de York y Amberes y su importancia para la definición de las averías marítimas. Como pudiste notar, se trata de un conjunto de parámetros que determinan con exactitud cuándo se produce una avería y cuándo no, de modo que puedas tener los conceptos claros al momento de poner en marcha una reclamación por un siniestro.
Recuerda que en la página oficial del Comité Marítimo Internacional puedes descargar las reglas de York y Amberes para que conozcas con exactitud cada una de sus definiciones.
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